El mecanismo usual de infección del Tripanosoma cruzi de hombre a hombre en Centroamérica, es por medio de Rhodnius proxilus. Otros muchos insectos como chinches de cama y garrapatas se han infectados experimentalmente.
Aunque no se habían encontrado infecciones humanas con este parasito en Estados Unidos, en 1955 se diagnostico una infección natural en un niño de 10 meses en Corpus Christi, Texas y otros casos probablemente no han sido reconocidos.
Se han infectados monos con cepas de Tripanosoma cruzi aisladas de triatomodeos de Estados Unidos. Packchanian (1943), usando una cepa obtenida de Tripanosoma heidemanni de Texas, produjo la enfermedad en un voluntario de inoculación en la conjuntiva indemne. El paciente presento fiebre, edema o hiperemia intensos del parpado y de la conjuntiva, y linfoadenopatia axilar. El Tripanosoma cruzi se presento en la sangre, así como en los cultivos, y la infección fue transmitida del paciente a animales susceptibles mediante inoculación directa de sangre o a través de un insecto vector.
Diversos mamíferos son reservorios del Tripanosoma cruzi(reservorios de la investigación). En Sudamérica se han encontrado infectados naturalmente los siguientes animales: zorras, perros, gatos, armadillos, murciélagos, hurones, ardillas y monos. En Panamá parece ser que los murciélagos son el huésped natural común. En la porción más al sur y sudeste de Estados Unidos, el huésped mas frecuente es el mapache.
El método ordinario de transmisión del Tripanosoma cruzi es por contaminación de la herida causada por el insecto transmisor con sus heces, que contienen los tripomastigotas mataciclicos. Esto se realiza muy fácilmente, porque el artrópodo transmisor defeca al picar y las heces contaminadas se introducen en la herida al rascarse el individuo la picadura. Los triatomideos se vuelven infectivos de 8 a 10 días después de haber sido picado en huésped infectado, y se mantienen así durante 2 años. Los triatomideos adultos sueles ser los agentes transmisores. Por lo que sabemos, la infección no es congénita en los artrópodos.
La transmisión de Tripanosoma cruzi de un vertebrado a otro, puede producirse por vía placentaria o por ingestión accidental de artrópodos. En Santiago de Chile, Howar y cols.(1962) informaron sobre niños prematuros infectados por el Tripanosoma cruzi nacidos de madres asintomáticas. Hay que contar, además, con el riesgo evidente de emplear como donantes de sangre a sujetos portadores asintomáticos de Tripanosama cruzi. En zonas como el estado de Guanabara en Brasil, en donde las infecciones humanas naturales no son comunes, las transfusiones sanguíneas son quizá la fuente de infección más importante de la enfermedad de Chagas.
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